El hecho de que tantos grandes hoteles de marca practiquen los precios dinámicos y tan pocos establecimientos pequeños e independientes lo hagan, crea un desequilibrio. Los precios de los hoteles pequeños suelen estar desincronizados con el resto del mercado, ya sean demasiado altos o demasiado bajos. Como resultado, los grandes hoteles acaparan más reservas con tarifas más altas, dejando las sobras a los establecimientos más pequeños.

¿Es justo? Por supuesto que no. Es porque estos hoteles cuentan con un arma secreta: un sistema de gestión de ingresos (RMS). Un RMS automatiza la fijación de precios, el control del inventario y cientos de otras tareas de gestión de ingresos en nombre de un hotel.

Hasta hace poco, los RMS se diseñaban principalmente para grandes hoteles con un gestor de ingresos dedicado que dispone de mucho tiempo para aprender y manejar la tecnología. Para las propiedades más pequeñas, los sistemas son demasiado complejos, caros y requieren demasiado tiempo.

Sin embargo, todo eso está cambiando. Hoy en día, existen soluciones de ingresos hechas a medida para los inmuebles más pequeños. Estas soluciones eliminan las funciones avanzadas que los pequeños establecimientos no necesitan y se centran en automatizar el proceso de fijación de precios. Fáciles de aprender y manejar, no requieren la experiencia de un gestor de ingresos; cualquier gestor puede gestionarlas en sólo una o dos horas a la semana.